miércoles, 28 de octubre de 2009

Ligerísima historia de la cerveza (1º Parte)

El origen del caldo

El origen de la cerveza, al igual que otras tantas bebidas alcohólicas, no tiene una fecha fija en la historia, pero se fecha en aproximadamente unos 10.000 años atrás desde nuestros días aproximadamente. Muchos son los historiadores que coinciden en el hecho de que la producción de bebidas de este tipo fue surgiendo de forma espontánea y sin una previsión concreta. Cabe pensar, por los datos obtenibles de los restos arqueológicos, que un posible y muy probable inicio fuese una fermentación espontánea de algunos cereales humedecidos de alguna forma dentro de una vasija. Otra posibilidad estudiada, es que desde que el hombre cultiva cereales para su uso alimenticio destinaran parte para la producción de pan o panes. Puesto que la diferencia, por aquel entonces, del pan a la “cerveza primitiva” de la época erradicaba en las cantidades porcentuales de cereales (o harinas) y agua, se llega a la conclusión de que resultaba más sencillo y barato (la crisis...) hacer cerveza que pan. La cerveza resultaba un alimento sencillo, bueno, saciaba mucho la sed y además alegraba el corazón de los hombres, las mujeres y los niños, por no decir que daba bastantes energías rápidas.

La cerveza se diferenció claramente del pan y pasó a ser una bebida independiente de la panificación, cuando se empezó a filtrar y entonces a beber sin caña. Se solía aromatizar con numerosas cosas y mezclarla con vino o hidromiel. Tampoco era raro el hecho de aguarla.

Inicialmente, la cerveza se elaboraba con panes a medio cocer sumergidos en agua dentro de una tina, se esperaba a que el proceso “mágico” convirtiera con el paso de los días los dos productos en la bebida tan beneficiosa en muchos aspectos. A causa de los materiales primarios en el proceso, la cerveza obtenida era un producto mucho más espeso y pastoso, por ello era bebida en la mayoría de casos con cañitas. Se han recogido datos que indican que el pueblo llano bebía con cañitas de río, mientras que la gente adinerada y poderosa (así como los sacerdotes, faraones, reyes, etc.) la bebían con cañas de oro.

Como ya he dicho antes, muchas bebidas alcohólicas se “descubrieron” de forma “simultanea” en una franja de tiempo desconocida, pero que en la gran mayoría de casos no ha evolucionado demasiado o no lo ha hecho nada. Eso depende de la exigencia de la gente de las zonas en las que se descubriera según que producto.

Los pueblos que fueron tomando contacto por todo el Mediterráneo con los sumerios, los egipcios, etc., fueron pasándose los conocimientos y los secretos de la producción de la cerveza, o (como veremos más adelante) “Siraku”.

Divina y ancestral bebida

La definición de cerveza como bebida espirituosa se remonta a la civilización mesopotámica situada entre los ríos Tigris y Éufrates, en el actual Irak. Ya entonces se conocía este producto y tenía diversas funciones. Actualmente se entiende que se le dio el nombre de “Sikaru”. Cada día tenía su cerveza (el tipo dependía de los cereales [cebada principalmente] usados y los aditivos que se le añadieran [miel, bayas silvestres, semillas de ajenjo, semillas de zanahoria, dátiles, etc.] para darle color, sabor y textura) y de la misma forma se elaboraban distintas recetas para los rituales religiosos paganos, ya fuera en forma de ofrenda o de forma que el sacerdote la consumía durante el ritual y se ofrecía a la diosa de las cosechas (Ninurta) y a la diosa de la cerveza (Ninkasi).

En muchos textos podremos encontrar que la invención de la fabricación “industrial” de la cerveza proviene de los antiguos egipcios, los cuales atribuyen el invento de esta a Osiris (la divinidad relacionada con los cereales.), hijo de Nut, Señor de Abidos y de Busiris, dios y juez de los muertos. Según la tradición Osiris ofreció cerveza roja a la sanguinaria leona Semjet (enviada por el dios Ra para castigar la rebelión de los humanos), para hacerla creer que se trataba de la sangre de los hombres. Después de unos momentos de embriaguez en que casi extermina la humanidad se transformó en Athor, la diosa de la danza y de la música. Los seguidores de la diosa Athor calentaban recipientes con cerveza a los pies de su estatua con lo que se vaporaba el alcohol que subía hasta la cabeza poniéndola de buen humor con lo que concedería las peticiones de sus fieles. El líquido sobrante era vendido (cerveza sin alcohol) y el dinero recaudado se empleaba para el mantenimiento del templo.

En el antiguo Egipto, la cerveza, tal era su importancia que incluso era usada como moneda de pago en algunas transacciones. En los jeroglíficos se encuentran las letras “hnkt”. Esto significa cerveza en la lengua egipcia antigua (ya que no tenían vocales, se entiende que el sonido debiera ser más o menos “heneket”, sonido muy gutural que semeja a “Heineken”). En otros escritos contemporáneos a los egipcios, se la conoce como “zythum" que significaba curiosamente” “vino de cebada”.

Por cierto, se consumía tibia.


Los textos que hablan sobre la cerveza como alimento sagrado creado por y para los dioses son varios y en varias culturas. No es casualidad que a esta y a otras bebidas de carácter alcohólico se las denomine “bebidas espirituosas”. No es debido a que eleven el espíritu de las personas, sino a la creencia ancestral de que había un espíritu que convertía estos productos en un derivado alcohólico dedicado a los dioses que permitían semejante proceso. Un claro ejemplo de ello, esta en la chicha (una variante prima de la cerveza que se elaboraba en la zona de Sudamérica hasta antes de la llegada de colonos. Se elaboraba con maíz, algunas raíces de plantas) que además de servir de bebida para el pueblo, era una ofrenda obligatoria para algunos de sus dioses paganos.


Un saludo y recordad mis sabias palabras:
"Sí te gusta la cerveza, lo que pasa es que no has encontrado la tuya."

Lord Life Freak

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