jueves, 12 de noviembre de 2009

Ligerísima historia de la cerveza (parte 3ª)

La cerveza en la alta edad media

En los primeros siglos de nuestra era, la fabricación del pan y de la cerveza pertenecía a las tareas propias de las mujeres, pero tras la caída del Imperio Romano, durante la “Alta edad media” (del siglo V al siglo X) eso cambió. El clero (en particular los monasterios) se apropió de parte de las tierras de los campesinos, sin olvidar que la gente del pueblo además de los impuestos reales debía servir unos impuestos especiales a la iglesia, de forma que los monasterios tenían material para poder fabricar cerveza, pan, licores, dulces, etc., una parte era consumida por los miembros del clero religioso, y la otra parte de ello se la vendían de al pueblo. Una de las razones por la que los monjes dedicaban parte del tiempo a fabricar cerveza está en conseguir una bebida alimenticia de buen sabor que acompañara las comidas, que en el tiempo de la cuaresma eran mínimas. Como la nutrición líquida no rompía las reglas de la cuaresma, la cerveza estaba permitida. La ración normal en los hábitos alimenticios de un monje oscilaba entre los 3 y 5 litros de cerveza diaria aproximadamente.

Otra de las razones principales para que los monjes (y algunas monjas) adoptaran la cerveza como bebida clerical es que debían hacerse ellos mismos los alimentos que debían tomar, y el grano es algo fácilmente acumulable para todo el año, sin contar con que los cereales se pueden cultivar en un mayor numero de tierras que las vides.

A raíz de estos acontecimientos nació la cerveza monacal, o “cerevisia monacorum”.

Hay que mencionar que el hecho de que el agua fuera insalubre debido a las circunstancias higiénicas de la época y era fuente transmisora de infecciones, al hervirla con cereales se obtenía una bebida con un gran aporte de nutrientes y más sana que el mismo agua que se consumía en la época.


La cerveza en la baja edad media

Durante el periodo histórico conocido como “Baja edad media” (siglo XI al XV), una época lúgubre y oscura, la cerveza no se salva de ese periodo. Los monasterios y las abadías ya hacia mucho que se dedicaban a la fabricación de cerveza. A diferencia de los cerveceros “laicos”, los religiosos estaban exentos de pagar impuestos. Esto no satisfacía demasiado a los nobles los cuales querían parte de los beneficios obtenidos por los clérigos en forma de impuesto. Cabe la posibilidad de que esta fuera la causa de que siglos más tarde muchos monasterios dejaran de fabricar el nutritivo líquido (aunque no es totalmente fiable). Por una cantidad de dinero se les permitía seguir sirviendo cerveza en la cantina del monasterio o abadía

La adición del lúpulo a la cerveza sustituyendo las semillas, las hierbas u otros aditivos tiene muchas vertientes y no hay una fuente fija y fiable que pueda ni datar cuándo comenzó la costumbre, ni quien, realmente, tubo la idea, ni dónde se comenzó dicho proceso. Es por eso que me ceñiré a los datos obtenidos de diversas fuentes.

posibilidad: Los monjes de las abadías de Bavaria, conocedores y guardianes de los secretos de las plantas medicinales deciden aplicar el lúpulo como aditivo a la cerveza por su potente efecto antiséptico y porque le da más sabor y aroma que otros aditivos.

posibilidad: La adición de lúpulo se hace evidente en la zona de Irlanda y se extiende por el resto de Europa.

posibilidad: El lúpulo, como aditivo se aplica a la cerveza por la zona del norte de Europa. La razón: diferenciarse de las recetas monásticas creando cervezas “laicas” (más suaves, menos espesas, más refrescantes y baratas) enfrentándose así a la fuerte competencia que ejercían los clérigos frente a las cerveceras “no religiosas”. Los monjes, para evitar dicho enfrentamiento definían la bebida lupulada como cerveza demoníaca (no querían permitir que nadie fuera del ámbito religioso conociera y/ o utilizara el lúpulo para seguir siendo ellos los únicos conocedores y guardianes de los secretos de las plantas).

posibilidad: La tradición (es la primera vez que lo oigo, pero bueno) señala que el descubrimiento de la adicción del lúpulo a la fermentación del grano data del siglo XI. Su descubridora era Sor Hildegarda (beatificada posteriormente como santa Hildegarda), fundadora y abadesa del monasterio de San Ruperto, que tuvo la ocurrencia de darle un toque amargo a la cerveza que tomaban. Guardado en secreto, las monjas, que querían disfrutar solas del bebedizo, no fue hasta el siglo XIII cuando sale de sus muros (se supone algún descuido) para extenderse por Europa.

De ser cierta la posibilidad nº 3, sería lo más lógico pensar que es por esa causa y no por otra por la que el termino “cerevisia”, procedente del latín, quedara relegado y substituido por los múltiples nombres por los que se conoce la bebida fermentada de cereales, agua y lúpulo. En el norte, el lúpulo se conocía por la voz escandinava de Björr (más o menos). De ahí derivó a otras lenguas (beer, birra, bière, etc.), principalmente en los países donde el temor religioso ya no era tan grande y la gente prefería las cervezas “laicas” frente a las monásticas (otra de las posibilidades de que los monasterios y muchas abadías dejaran la fabricación de la cerveza durante varios siglos). En la península, ensombrecida por las leyes religiosas y el temor, cerevisia era el término predominante, con lo que se declinó con el paso de tiempo en cerveza, cerveja, cervesa o cervexa.

Juan I de Flandes de la Casa de Constantinopla, primer conde de la dinastía de Henao casado con Adelaida I regente flamenca de Holanda, que gobernó Flandes de 1246 hasta 1257, conocido como Jan Primus, impulsó el cultivo de cereales para poder alimentar a su pueblo, que pasaba por una época de hambruna. Esto incrementó la producción de cerveza en la época, con lo que se le concedió el honor de ser el patrón no-oficial de la cerveza, bajo el sobrenombre de Gambrinus.


Un saludo y recordad mis sabias palabras:
"Sí te gusta la cerveza, lo que pasa es que no has encontrado la tuya."

Lord Life Freak

1 comentario:

  1. Las cervezas que los monasterios elaboraban durante la cuaresma eran de muy alta gravedad, pero muy baja atenuación que consumían como substituto de alimentos sólidos.

    Para el s.XI los monjes ya habían dejado de tener el monopolio de elaboración de cerveza en variaspartes de Europa, en Bohemia ya se habian empezado a emitir las primeras licencias cerveceras a particulares, y para el s.XV los impuestos recaudados por la actividad representaban una gran proporción de los ingresos de muchas cuidades (en el caso de Rakovník, el 90%)

    En cuanto al lúpulo. Hoy se cree que fueron los eslavos que se asentaron en lo que hoy es Bohemia los primeros en utilizar la hierba para elaborar cerveza. Ellos ya la conocían y la utilizaban en preparados medicinales y como uno de los ingredientes saborizantes del Hidromiel, su bebida favorita.

    La razón por la cual muchos monasterios condenaron el uso del lúpulo en la cerveza se debe a que ellos tenían el monopolio del gruit (no estoy seguro si lo escribí bien), un preparado de hierbas, especias y bayas, cuyas recetas eran secretas y que en la antigüedad se utilizaba como saborizante/preservativo de las cervezas. Al difundirse el uso del lúpulo, que no requería ninguna receta y era más simple de utilizar, los monjes vieron una de sus fuentes de ingresos amenazadas.

    Antes de que la infame bayerischen Reinheitsgebot fuese impuesta a la fuerza fuera de las fronteras bávaras, cada estado de la futura Alemania tenía su propia ley cervecera, muchas de las cuales prohibían el uso del lúpulo en favor del gruit (o cómo sea que se escriba, ya no me acuerdo).

    PS: Interesante lo de la etimología de "Beer" y "Cerveza", aunque tengo mis dudas, hoy día la palabra escandinava (danesa, noruega y sueca) para lúpulo es "humle".

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